Una manera ideal y saludable de disfrutar de la grandiosidad y de la paz del Parque Natural del Alto Tajo es haciendo una de las numerosas propuestas activas que aquí se ofrecen. Caminar o hacer travesías en bicicleta por sus caminos y veredas, escalar sus afiladas agujas, explorar las entrañas de sus montañas haciendo espeleología.
Pero sin duda alguna, la forma más apasionante y divertida de conocer este entorno privilegiado de la península Ibérica, es descendiendo por el mismo eje y corazón del Parque, el río Tajo ofrece más de 100 km. navegables con todas las dificultades posibles, desde plácidos tramos con poca corriente y pequeños saltos de agua, hasta pasos que por su complejidad y peligrosidad, son infranqueables, de esta manera se emula la épica historia de los gancheros, aquellos «pastores de los bosques flotantes» que cada año desafiaban los rápidos y las angosturas del río, navegando con sus enormes maderadas de pinos, desde las sierras de Molina y Valdeminguete hasta las vegas de Aranjuez.